miércoles, 4 de febrero de 2009

La disculpa

Que extraño, hace ya días no lloro, bueno, es que últimamente he estado tan contento; pero después te contaré de eso. Estos últimos días te he notado tan distante, ya no te ríes de mis bromas, ni siquiera te enojas si llego tarde a la casa, pero al día siguiente tienes esa cara, esa cara que uno pone cuando pierde un exámen, o cuando tu mejor amigo te grita, y eso es peor que el regaño.

A veces recuerdo cuando era niño, todo lo que hacía era un logro a tus ojos, estabas tan orgullosa de mí, pues claro, era tu pequeño príncipe, era el único hombre en el que podías confiar. Yo no te abandonaría jamás como lo hicieron ellos, yo no te defraudaría jamás como lo hicieron ellos, yo no trataría a las mujeres como te trataron ellos a ti. Y me encantaba, era mucho más simple así, cuando ambos imaginabamos mi futuro, cuando ponías las esperanzas que te quedaban en mí, solo en mí.

Pero hace ya varios meses que me di cuenta que no quiero ese futuro, o quizá siempre lo supe, pero es que tú lo anhelabas tanto para mí, y para ti. ¿Cómo te lo iba decir? ¿Cómo decirte que yo era diferente? Pero ese tipo de diferente que a la gente no le gusta, claramente no quería verte llorar, ya antes habías llorado tanto. Y de alguna manera deseaba tanto que lo supieras, que compartieras mi felicidad, que fuera como si nada hubiera pasado, que viviéramos en un mundo donde el amor es simplemente amor, no un juego de reglas y prohibiciones donde solo algunos pueden jugar.

Porque si lo conocieras se que pensarías diferente, él me ha tratado bien te lo juro, nunca he sonreído tanto, ni siquiera con aquella niña del primer grado con la que una vez dije que me casaría. El me quiere así como soy, claro en ocasiones discutimos, como cualquier pareja, somos como cualquiera, ¿por qué es tan difícil para la gente entender eso? Y es un caballero, el dice que algún día te conocerá, que te entiende, que es difícil para ti. Y tiene razón, todo iba de acuerdo al plan, yo iba encontrar una buena mujer, una de esas con sentido maternal, porque si tú no ibas a estar pues alguien debía cuidar de mi; y los nietos claro, querías una parejita, como mi hermana y yo. Pero ya esa historia que escribiste para mí no existe, ahora me miras con desdén, como lo hace el resto de la gente en la calle cuando el y yo nos abrazamos, y duele, duele saber que te lastimé, pero ¿sabes? a mi también me duele, ha sido difícil, desearía encajar de nuevo en tu vida, en el mundo, y lloro porque no puedo, porque soy así, cuando el sostiene mi mano se que soy así, cuando el me ve a los ojos se que soy así.

No te pido nada, ya me has dado todo, pero como me gustaría sentir de nuevo esa calidez en tus ojos, como me gustaría ser tu pequeño príncipe de nuevo. Pero mejor dejo de escribir, ya se hace tarde y quiero que leas esto antes de que te duermas; es simplemente una disculpa, una disculpa que no debería existir, pero que tú necesitas escuchar, y yo, yo necesito que me escuches.

5 comentarios:

  1. Este tema representa un gran reto en mi vida: como ese gran niño del que la mamá se enorgullecia puede llegar a ser en un instante la verguenza de aquella familia.
    Pero esto no se trata de que dira mi familia, si no de: ¿Donde estan mis valores?, y muchas personas diran ¿cuales valores?, Bueno el valor mas importante es el de aceptarnos como somos, el no vivir una vida de engaño, el decidir no tener una vida "comun" la cual seria casarse con una mujer y tener hijos. No tienen menos valores esas personas que engañan a una familia de por vida y se hacen infelices a ellos mismos? Eso es lo que las madres deberian ver: Que nos criaron tan bien, que no tenemos miedo de ser como somos, de nadar contra la corriente, de tomar el camino dificil, el camino que nos acerca mas a la felicidad.

    ResponderEliminar
  2. Me gustó este Post!!
    Muy buena redacción y excelente manera de abordar el tema.
    Me hizo recordar por un momento la "teoria del botón" que hablamos aquel dia jeje.

    ResponderEliminar
  3. Realmente es difícil, y no hay mucho que uno pueda hacer. Hay que darle tiempo al tiempo, es un shock como todo. Ellos no piensan que un hijo pueda ser gay, que no va a seguir esa línea de felicidad y normalidad que nos tenían trazada...

    Pero, diay, con el tiempo se acostumbran. Su temor, más que todo es que uno se vuelva un estereotipo y termine infeliz y solo. Con el tiempo se dan cuenta de que uno es el mismo... lo que cambia es simplemente su manera de vernos

    ResponderEliminar
  4. Hola davidcito! me encanta como escribes!! super! se me hizo un nudo en la garganta con este post

    ResponderEliminar
  5. Mi estimado, nuevo y buen amigo David... MIS RESPETOS!!!... Me sacaste las lagrimas!!! No es facil, "romper las reglas" es un reto, pero nuestra, tu felicidad, lo vale... cierto??...

    Te mando un abrazoteeee y besoteee... Cuidate!!! Y sigue adelante...

    ResponderEliminar